Detrás del crecimiento descomunal de la carrera de Bad Bunny, se encuentran intereses políticos relacionados con el Gobierno de Venezuela y la Open Society Foundations. Esto se dio a conocer después de una demanda interpuesta por la expareja del CEO de Rimas Music: Noah Assad.
Rimas Music es una de las disqueras más importantes de música urbana, además de Bad Bunny tienen en sus filas a Arcángel, Eladio Carrión, Mora, entre otros. Noah Assad es cofundador y CEO de la disquera, pero también tiene un socio mayoritario del cual se desconocía su identidad.
Se trata de Rafael Jiménez Dan, capitán retirado del ejército venezolano y ex funcionario del régimen de Hugo Chávez, donde fue viceministro de seguridad jurídica de Venezuela.
Según el periodista argentino Nicolás Morás, el militar recibió 2 millones de dólares del Gobierno de Nicolás Maduro con la intención de producir música para criticar al sistema de Estados Unidos y promover el socialismo, algo parecido a lo que a veces hace Residente.
Al llegar a Puerto Rico, encontró que sería una tarea imposible, pues 2 MDD es muy poco en la industria boricua y nadie aceptaría ir en contra del sistema norteamericano.
El proyecto cambió de rumbo y Jiménez Dan se concentró en hacer una disquera que funcione comercialmente, asociándose con Noah Assad, ex manejador de Ozuna.
Por temor a que lo consideren un infiltrado en Estados Unidos o un traidor en Venezuela, Jiménez Dan empezó el proyecto de Bad Bunny con DJ Luian de Hear This Music. Una vez conseguido el respaldo de Open Society Foundations, Rimas Music catapultó a Bad Bunny para convertirlo en un ídolo mundial.
Open Society Foundations es una organización que financia empresas y asociaciones civiles que promueven la agenda progre, léase LGBT, aborto y feminismo radical. Esa sería la razón del porque Bad Bunny se besa con hombres y sale vestido con ropa de mujer en revistas de moda.