Nueva escuela vs. Vieja escuela

Por: @Bossiferador

Qué tal amigos lectores de Ritmo Urbano, me presento una vez más con esta columna de opinión en la que estaré apareciendo cada dos meses para ustedes. En esta ocasión trataré el tema de la discriminación que sufren las nuevas generaciones, tanto de escuchas como de exponentes de rap mexicano, por parte de las generaciones viejas o hasta de las mismas nuevas, solamente por el hecho de ser nuevos.

En la edición pasada hablé del malinchismo que hay entre los propios compatriotas con nuestra misma música, pero adentrándome en el tema, me he dado cuenta que hay otro asunto que va de la mano con ese y que no permite el progreso de la cultura hip hop en nuestro país.

Precisamente me encontraba en un concierto cuando el sujeto que estaba a mi lado no dejaba de hacer deducciones sobre los raperos y grupos que iban subiendo al escenario. Estaban por comenzar su actuación los teloneros cuando de repente soltó un grito que decía: “Bájenlos, a esos no los conocen ni en su casa”, seguido de chiflidos que terminaron contagiando a medio público que hizo lo mismo. El DJ en turno soltó las pistas, los gritos y chiflidos comenzaron a cesar y los raperos en turno comenzaron a dar un show con una energía tan fuerte, que todas las manos comenzaron a levantarse con entusiasmo.

Cuando ocurrió esto, vino a mi memoria el comentario de un profesor que tuve: “Es lo mismo de siempre con la gente, si hay un gobernante que roba, las personas se enfurecen como nunca, pero si no roba, no lo bajan de pendejo”. Esto es lo que ocurre en nuestra cultura, parece que nada nos parece. Es muy fuerte el prejuicio de pensar que algo nuevo es malo, pero déjenme decirles que no es así, hay cosas nuevas muy buenas.

Un ejemplo claro del tema que estoy tratando es el siguiente: Un adolescente se interesa en este género musical, es tanta su inquietud que acude con algún conocido que sepa más sobre el hip hop, en la mayoría de las ocasiones recibe las mismas respuestas: “No vayas a quemar el cuadro”, “Esto es otro pedo y no lo vas a entender”, “Apenas eres un toy”, cuando debería ser distinto; si no quieres que haya banda desinformada comienza informando tú mismo y transmitiendo tus conocimientos. Muchos de los llamados de antaño son muy celosos con lo que saben y no lo comparten.

El adolescente curioso recurre al internet y comienza a escoger lo que le gusta y lo que no, va creciendo, va leyendo cosas en foros e interactuando con personas a las que también se les ha discriminado por ser nuevos. Crean batallas virtuales, se aconsejan como vestir y hasta como comenzar a rimar. Cuando el “antaño” en cuestión lo vuelve a topar se expresa de la siguiente manera: “Pinche morro, ya está quemando el cuadro, por eso no quería decirle”. ¿Contradicción?

¡Pues claro! Si no queremos possers, wacks y wanabes debemos aportar nuestro grano de arena. Si no lo crees, comienza haciéndolo y verás los resultados. Los jóvenes son el futuro y como los ves, alguna vez te viste, los tiempos y las tendencias cambian, cambiemos las formas y crezcamos juntos.