La doble moral en el Hip Hop

Por: @Bossiferador

¡Qué tal amigos lectores de Ritmo Urbano! Es un gusto poder compartir mis líneas nuevamente con ustedes. Precisamente estaba sentado en la banqueta de mi barrio revisando la edición anterior de la revista, cuando un rapero se me acercó y me comentó que estaba inconforme con la reacción que la gente tiene al verlo todo tumbado (vestir holgado), argumentando que no lo bajaban de delincuente cuando él sólo quería “luchar contra el sistema gubernamental represor que tenemos”, dicho en sus palabras.

Me quedé pensando, lo escuché atentamente y comenzamos a dialogar sobre los diversos géneros musicales, debo decir que no me sorprendieron en nada sus argumentos pues hay mucha gente con la misma mentalidad. Les voy a exponer un caso: con varios homies he hablado sobre música, hemos tratado el tema del reggaetón y la mayoría indica que no le gusta porque tratan como objeto sexual a la mujer. El problema es cuando después los veo chiflándole a las chicas o gritándoles piropos. ¿Qué pasó ahí?

Lo mismo sucede con otros estilos de rap, por ejemplo, algunos argumentan que la música de conciencia es la solución a todos los problemas, te enlistan un sinfín de nombres de raperos para que conozcas lo que es “luchar y chingarse por el pueblo”. Pero la contradicción se revela cuando las personas que gritaban libertad terminan cometiendo acciones y demostrando actitudes que van en contra de lo que predican. ¿Entonces cuál es el punto? Cero congruencia entre las palabras y los actos.

Toquemos otro asunto: tenemos al oyente que se cree súper real, que no escucha otra cosa que no sea rap gánster, malandro o hardcore, ese personaje que jamás escucharía otro género musical y cree que los que piensan diferente a él son unos tontos. Él está encerrado en una burbuja pues no se da cuenta que existen más ritmos, música con sonidos y temáticas diferentes, que inclusive, podrían llegar a gustarle. Escuchar otro tipo de música no hará que baje tu nivel de thug frente a la clica.

Fragmento del reportaje publicado en la edición N° 39 de Ritmo Urbano Magazine ya en circulación.
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