Por: Panik
Una característica especial del hip-hop es su evolución, la fusión rítmica que hay entre los diferentes estilos que tiene. Siempre habrá uno o varios artistas que estén probando hacer música nueva, raperos que estén interesados en sonar diferente a lo normal, así como productores dispuestos a experimentar diferentes sonidos y temáticas, sin miedo al qué dirán. En ocasiones, las fusiones son tan buenas que terminan convirtiéndose en toda una moda, sonando alrededor del mundo.
Así es como llegó el trap, una evolución del dirty south, ritmo que empezó a tronar en los bafles a principios de los 90´s en el sur de Estados Unidos, específicamente en las ciudades de Atlanta y Texas. El termino trap proviene del argot estadounidense para referirse al lugar donde se vende droga ilegalmente o al hecho de venderla. A muchos les ha gustado este sonido desconcertante, a tal grado de convertirlo en su estilo de vida, en su forma de vestir y en su forma de actuar, es decir… con swag.
El sonido característico del trap es una combinación de cajas sucias, sintetizadores agresivos, tarolas crujientes, sub graves, hi-hats dobles, remates y mucho auto tune. En un principio las liricas se enfocaban en hablar solo de armas, prostitutas y drogas, pero la filosofía fue cambiando poco a poco, hasta tener temáticas más digeribles como de fiesta o de calle. A principio de los 2000 ya empezaban a sonar los primeros raperos millonarios, negros que contaban de sus excesos sobre ese ritmo característico.
Pareciera que al principio este estilo musical estaba hecho solo para los guetos marginados, pero con el tiempo, se fue globalizando por todo el orbe. Mexicanos, venezolanos, españoles, franceses, japoneses, brasileños y gente de todas las razas y estratos sociales está grabando y demostrando sus skills sobre estos ritmos en doble tiempo. Este fenómeno musical ha crecido tanto en la última década, que ya existen grandes festivales exclusivos de trap, decenas de marcas de ropa y un sinfín de cantantes y productores trabajando en esa combinación de sonidos.
Como en la música electrónica, otra característica que se utiliza mucho en el trap es la influencia de los visuales, tanto en los conciertos como en los videos. Estas producciones te llevan en un viaje ácido. La combinación de colores, los efectos espaciales, mandálas, espejos, pirámides, símbolos geométricos y ojos de colores completan la sensación que nos causa el sonido. En ocasiones se ha señalado al trap como un género musical machista y agresivo, pero no podemos juzgar al género musical, sino al artista, que relata libremente sus ideas.
Enhorabuena por la música en general, que naturalmente se fusiona y ramifica para dar voz a las diferentes tribus urbanas que van surgiendo; así se amplía el abanico de opciones para los amantes del hip-hop. Estamos ansiosos de ver cómo evolucionará en unos años este género, ¿quiénes serán los nuevos representantes? Tendremos que esperar un poco más para saberlo, pero por lo pronto, sigamos disfrutando de la vida mientras escuchamos trap, trap y más trap.